Madrid. El Gobierno está
dispuesto a eliminar la tasa de reposición de vacantes y a
consolidar todo el empleo interino de la Administración con el
fin de reducir a la mitad de la temporalidad en el sector
público e incorporar a los sindicatos a un acuerdo global a dos
años sobre las condiciones laborales de los funcionarios.
Según
confirmaron a LA GACETA diversas fuentes que participan en la
negociación de la Mesa General de la Función Pública, el
Ejecutivo ha accedido a incorporar a la redacción definitiva del
acuerdo una de las reivindicaciones históricas de los sindicatos
del sector: la supresión de la tasa de reposición de vacantes, a
la que los representantes de los trabajadores atribuyen el
importante incremento de la eventualidad en el empleo público en
el último lustro.
El Ministerio de Administraciones Públicas activó en 1997 este
instrumento - que sólo permite cubrir una de cada cuatro bajas
que se producen en la administración- , con el fin de cumplir la
promesa electoral del Partido Popular de contener el crecimiento
del número de funcionarios. Sin embargo, la eficacia de este
medida ha sido limitada y en los últimos seis años se han
incorporado a la administración más de 300.000 funcionarios,
hasta llevar al sector público a superar por primera vez los
2.300.000 trabajadores.
Bien al contrario,
lo que se ha percibido en este periodo ha sido un brusco aumento
de cinco puntos en la tasa de temporalidad del sector público.
Este ha sido especialmente importante en las Corporaciones
Locales, que se han visto forzadas a hacer uso de la
contratación eventual o de la interinidad ante la restricción
legal a la cobertura de las vacantes con nuevos funcionarios.
No obstante, esta
iniciativa está supeditada a la suscripción de un acuerdo más
amplio, que incorpore todo lo relacionado con aspectos tan
importantes como las retribuciones o la movilidad geográfica y
funcional.
Interinos
Otra de las cuestiones en la que
se ha producido un avance en las últimas semanas ha sido la
referida a la consolidación de las bolsas de empleo interino,
que predominan en sectores como la sanidad y la educación.
Según los sindicatos, la
situación de interinidad se prolonga una media de diez años y,
en muchos casos, está entre 15 y 20.
Los técnicos del departamento
que dirige Javier Arenas
están estudiando
la viabilidad de convertir en fijas todas las plazas interinas
que están dando cobertura a actividades de carácter estructural
desde antes de la firma, en diciembre de 1998, del acuerdo de
consolidación de eventuales.
Estos puestos se
cubrirían mediante un concurso-oposición,
en el que partirían con ventaja los trabajadores que han venido
ocupado estos puestos durante los últimos años, ya que la
experiencia se primaría por encima de otros supuestos.
Algunas barreras de carácter
técnico dificultan la aplicación de esta medida. En primer
lugar, el Ministerio todavía no ha evaluado el número de plazas
interinas de naturaleza estructural que se podrían consolidar.
Por otra parte, mientras el Ejecutivo sólo se compromete a
llevar a cabo este programa en el ámbito de la Administración
General del Estado, los sindicatos exigen una cláusula de
obligatoriedad que implique al conjunto del sector público. |