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LA EVOLUCIÓN DEL
HOMBRE |
¿Cómo queda la evolución humana? |
DESPUÉS DE TANTOS DESCUBRIMIENTOS
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EL GRÁFICO QUE
EXPLICA LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE HA
CAMBIADO RADICALMENTE. |
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Desde el propio origen, que
ahora nos lleva a hace 7
millones de años, hasta los
últimos Neandertales
encontrados, que los acercan a
hace 28.000 años, toda la
evolución del hombre ha
variado sustancialmente. |
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Si observamos
entre la bibliografía los libros
publicados hace unos 20 años, con
las últimas variaciones en la
Paleoantropología, nos damos
cuenta que aquel sencillo gráfico
que reflejaba la Evolución del
Hombre, desde el Australopithecus
hasta el Homo Sapiens Sapiens,
pasando por Homo Habilis, Homo Erectus
y Neandertal, ya no tiene nada que
ver con la complejidad de nuestro
árbol genealógico actual. |
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Los hominoideos |
Dentro de los catarrinos, nuestra
especie se clasifica entre los
hominoideos, mientras los llamados
monos del Viejo Mundo forman el
subgrupo de los cercopitecoideos
como macacos, papiones, mandriles,
colobos, etc. Además de nosotros,
se incluyen también entre los
hominoideos una serie de primates
llamados antropomorfos o
antropoides: las dos
especies de chimpancé, el gorila,
el orangután y las varias especies
de gibones, amén de un sinfín de
especies fósiles. Los humanos,
junto a chimpancés y gorilas
formamos un clado, es decir,
tenemos un antepasado común, para
el que hay varios candidatos, pero
que nos es desconocido. |
Dado
que chimpancés, gorilas y parece
ser que también nosotros
procedemos de África, este
antepasado debió ser también
africano. El problema es que los
hominoideos fósiles africanos,
como Kenyapithecus o Afropithecus
(procónsul) no parecen ajustarse
al modelo esperado para el
antepasado de los homínidos. |
En
cambio fuera de África hay otra
serie de fósiles que datan de la
misma época, entre 14 y 7 millones
de años, como Dryopithecus,
Sivapithecus (probable antepasado
del orangután), Ouranopithecus y
Oreopithecus
que han despertado un gran interés
en la comunidad científica. |
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"Toumaï" |
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Aquí comienzan
los primeros interrogantes.
Un equipo de
científicos franceses y del
Chad ha hallado el cráneo de
una nueva especie de homínido
que, con una antigüedad de
siete millones de años, se
convierte en el antepasado más
lejano del ser humano conocido
hasta ahora, y casi tres
millones de años más viejo que
los homínidos más antiguos de
los que se tenía noticia hasta
ahora; los restos de la
especie Ardipithecus de
entre 4,4 y 4,5 millones de
años. Acaso
estamos ante un eslabon que
nos ayudaría a entender la
evolución desde los
hominoideos y los Ardipithecus.
En un futuro próximo
valoraremos este
descubrimientos en su justa
medida, y sabremos cual es su
sitio dentro de la evolución
humana. |
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Ardipithecus Ramidus |
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De momento son pocos los datos
ofrecidos por su descubridor,
Tim White, aunque se sabe que
son escasos y fragmentarios.
Los hallazgos se produjeron en
el curso medio del río Awash,
en la región de Aramis,
Etiopía. |
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Lo
poco que se sabe de este nuevo
género es que era muy parecido al
chimpancé actual aunque su
descubridor afirma que existen
grandes diferencias con el género
Australopithecus.
Según White esta es la primera
especie separada del linaje del
chimpancé, nuestro eslabón
perdido.
Aunque sabemos poco de Ramidus (White
es famoso por lo contundente de
sus opiniones y lo concienzudo de
su trabajo), se ha levantado gran
expectación ya que los restos
encontrados tienen, en palabras
del propio White, "una locomoción
curiosa que no es bípeda ni
cuadrúpeda".
Esta afirmación justifica la
expectación suscitada ya que
podría aclarar el debatidísimo
tema del origen del bipedismo. |
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Ardipithecus Ramidus Kadabba |
Su
descubrimiento por el etíope Haile
Selassie en la región de Awash,
amplía la lista de homínidos y
concretamente el recién creado
género Ardipithecus. De momento
Ardipithecus Ramidus Kadabba a
sido asignado como subgénero de
Ardipithecus Ramidus, pero su
descubridor no descarta nombrar un
nuevo género ya que a pesar de su
parecido, hay también claras
diferencias y un gran espacio
temporal que los separan. |
Los
restos de este nuevo homínido,
apenas unos pocos huesos como
parte de una mandíbula, una
clavícula, varios dientes y otras
tantas falanges de pies y manos,
no parecen suficientes para
realizar unas afirmaciones tan
contundentes como las de su
descubridor.
Según éste, A. Kadabba está en el
umbral de la separación de los
linajes humano y chimpancé
mientras que el también
recientemente descubierto Orrorin
Tugenensis es parte del linaje del
chimpancé o del gorila. Los
investigadores franceses
descubridores de Orrorin, de 6
millones de años de antigüedad,
con tan pocos restos como el
equipo etíope, también han hecho
la misma observación pero
invirtiendo los términos. |
¿Con
quién nos quedamos? De momento con
ninguno de los dos.
Lo único claro es que ambos tenían
el tamaño y la apariencia de un
chimpancé y que ambos vivían en
entornos boscosos.
Estas dos nuevas especies, junto
al también nuevo miembro de la
familia homínida, el Kenyanthropus
Platyops, pueden hacer cambiar de
forma significativa el árbol
genealógico de la humanidad, pero
de momento se sabe muy poco como
para revolucionar el estado de la
cuestión, aunque ya hay autores
que comienzan a ver al género
Australopithecus como un género
que no dió lugar al género Homo.
Hay que recordar que hasta ahora,
si bien no se sabía que especie
australopitecina había desembocado
en nuestro género, se consideraba
que Australopithecus era de alguna
forma nuestro ancestro. |
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Australopitecus |
La distribución geográfica de
los, hasta hace poco, primeros
fósiles de homínidos, los
australophitecus, hace pensar
en un origen esteafricano de
nuestro grupo, que se habría
conformado en estos
ecosistemas con ambientes más
abiertos cada vez, mientras
que los ecosistemas
occidentales, al otro lado del
Rift Valley
y de las barreras montañosas
se habrían desarrollado los
antepasados de gorilas y
chimpancés. |
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Sin
embargo, el hallazgo en el Chad,
fuera de esa zona originaria de un
trozo de mandíbula, datados entre
hace 3 y 3,5 millones de años, y
considerada una especie diferente
por sus descubridores:
Australophitecus Bahrelghazali,
podría cambiar ese origen.
El descubrimiento sugiere una
temprana expansión de los primeros
homínidos si es que su origen está
en el Este de África.
Pero
no es esta la única nueva especie
atribuida a este género ya que muy
recientemente el equipo dirigido
por Tim White defiende el
descubrimiento en el curso medio
del río Awash, en Etiopía de un
nuevo miembro: Australophitecus
Garhi, que tendría una antigüedad
de 2,5 millones de años. La
importancia de este nuevo miembro
de nuestra familia es grande
porque podríamos estar ante el
eslabón entre el A. Afarensis y el
Homo Habilis, para el que era
difícil encontrar antepasado
directo. Además está asociado a
fósiles de animales con marcas de
haber sido descarnados con
instrumentos de piedra, pero no
han aparecido estos instrumentos.
Con
los nuevos y numerosos
descubrimientos de los últimos
años se han creado algunos
problemas en relación con el
tamaño del género debido a que
éste se estaba inflando demasiado.
Hasta el momento la secuencia
temporal del género
Australopithecus sería la
siguiente:Anamensis (hace unos 4
millones de años), afarensis (hace
entre 3,5 y 3 m.a.), bahrelghazali
(contemporáneo del afarensis),
garhi (en torno a los 2,5 m.a.) y
africanus (entre 3 y 2,5 m.a.).
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Paranthropus |
El
género llamado Paranthropus
(literalmente "al lado del
hombre")aparece en el registro
fósil de hace unos dos millones de
años, tanto en el África Austral
como en el Este. En él se
diferencian, hasta ahora, tres
especies: Paranthropus Aethiopicus,
Boisei y Robustus, siendo el
primero el claro eslabón entre el
Australopitecus Afarensis y el
Paranthropus Boisei. La especie,
en general, tiene unas
características muy definidas que
le hacen relativamente fácil de
indentificar. Esas características
no son sino su aparato masticador
debido a su especialización
alimenticia.
Los
Paranthropus poseen unos molares
grandes y con una capa de esmalte
muy gruesa, unos incisivos y
caninos muy pequeños y unos
premolares que se desarrollan como
si de molares se tratase. Esto
hace pensar que su dieta se basaba
en vegetales duros como tallos,
raíces, tubérculos, que tendrían
tierra, etc. Esta dieta
necesitaría de una larga
masticación y de unos movimientos
mandibulares rotatorios, como de
molienda, que dieron como
resultado esos enormes molares y
una gran mandíbula y como
consecuencia de ello, unos
músculos faciales poderosos que
culminarían en una cresta craneal
a la que se unirían. Como
resultado final tenemos a unos
seres cuyo esqueleto es similar al
de los Australopithecus pero cuya
cabeza se diferenciaría primero en
que poseerían menos
prognatismo y
después en que el Paranthropus
poseía una mayor capacidad
craneal.
Los
Paranthropus convivieron con
nuestros primeros antepasados,
Homo Habilis y Homo Ergaster
durante por lo menos un millón de
años. La pregunta sobre si ambos
géneros tienen un antepasado
inmediato parece responderse con
un no. El ancestro común a ambos
debe estar más atrás en el tiempo.
Si bien parece que
Australophitecus Afarensis es el
antepasado directo de Paranthropus,
el ancestro directo de Homo no
está nada claro. Sin embargo lo
que sí une a ambos, amén de su
contemporaneidad, es que ambos
surgieron como respuesta a un
cambio
ambiental y climático aunque
con adaptaciones distintas.
Paranthropus se adaptó a la nueva
dieta vegetal de plantas secas y
duras y Homo Habilis comenzó a
emplear instrumentos líticos para
romper y trocear esos mismos
vegetales y tal vez para despiezar
la carroña que encontraba por la
sabana. |
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El Género Homo |
Hace
unos 2,8 millones de años se
produjo un cambio climático que en
el hemisferio norte se tradujo en
un avance del hielo y en el África
ecuatorial y tropical en una
reducción del bosque y un avance
del ecosistema de sabana.
Muchos
expertos relacionan estos cambios
climáticos con la desaparición de
los últimos Australophitecus y la
aparición de dos géneros nuevos:
Paranthropus y Homo. Ambos nuevos
géneros estarían adaptadas a este
nuevo ecosistema aunque con
soluciones diferentes.
Hasta hace
poco tiempo la cronología de Homo
se remontaba a cerca de los 2
millones de años, aunque era muy
discutida.
El argumento al que se recurría
era asociar esos restos de 2
millones de años con los primeros
restos de industria lítica que
databan de 2,3 millones de años.
Sin embargo había expertos que
ponían en duda esta asociación ya
que se tenía que demostrar que
sólo el género Homo fue capaz de
fabricar dichos instrumentos.
Posteriormente se han hallado
fósiles de incluso 2,5 millones de
años de antigüedad asociados
claramente a industria lítica. Y
es precisamente la industria
lítica una de las claves que
permitieron a sus fabricantes
adaptarse a hábitats muy
distintos.
Hasta hace bien poco todos los
restos primitivos de Homo se
adjudicaban a la especie Habilis,
pero algunos autores hablan de
otra especie: Homo rudolfensis,
que se distinguiría del primero en
ciertos rasgos como la mandíbula y
la capacidad craneal. Otros
expertos niegan su existencia y
hablan de dimorfismo sexual. Si el
panorama de los primeros
representantes del género Homo no
estaba lo suficientemente
revuelto, el nuevo descubrimiento
de Meave Leakey viene a complicar
las cosas. Leakey presenta un
nuevo género y especie:
Kenyanthropus Platyops, homínido
de 3,5 millones de años que daría
lugar al rebautizado Kenyanthropus
Rudolfensis. |
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Homo
Habilis |
Homo
Habilis es el primer representante
del género Homo (el nuestro).
Habilis no era muy diferente del
Australopithecus Africanus, tenía
una capacidad craneal media de
unos 600 centímetros cúbicos y era
quizá un poco más pequeño que los
Australopithecus y que sus
contemporáneos del género
Paranthropus.
Tenía ciertos rasgos simiescos
como unos brazos muy largos con
respecto a las piernas. Sin
embargo experimentó una expansión
cerebral a la vez que una
reducción del aparato masticador,
y, lo que es más importante, sus
restos son los primeros, de
momento, que han aparecido
asociados a industrias líticas.
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Homo Rudolfensis |
Homo
Rudolfensis es una especie
problemática, hasta el punto de
que muchos expertos niegan su
existencia. Tendría como
características principales un
cerebro de unos 750 centímetros
cúbicos (mayor que en H. Habilis),
una cara y unas mandíbulas mayores
que en Habilis, con mayor
prognatismo y una cavidad craneal
más redondeada. |
Los
restos de H. Rudolfensis hallados
hasta el momento dan un arco
cronológico menor que en H.
Habilis. Así Rudolfensis habría
vivido hace entre 1,9 y1,6
millones de años.
Además Rudolfensis sólo ha sido
hallado en las orillas del lago
Turkana, antes lago Rodolfo, en
Kenia. |
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Homo Ergaster |
Homo
Ergaster representa un salto
importante con respecto a su
posible antecesor Homo Habilis.
Así nos encontramos con un tamaño
cerebral bastante más grande, un
toro supraorbital muy bien
marcado, huesos nasales que
proyectarían la nariz hacia
delante, mandíbula más pequeña,
cara menos prominente y un
esqueleto muy similar al de los
seres humanos actuales. |
Homo
Ergaster representa un gran salto
cualitativo con respecto a sus
antepasados y contemporáneos: su
gran cerebro (850 centímetros
cúbicos de media), su elevada
estatura (más de 1,70 metros) y
proporciones le alejan del patrón
antropoide. Esto implicaba un
desarrollo de las crías más lento
lo que conlleva un entorno social
más complejo y con una
colaboración más estrecha entre
los miembros del grupo.
Hay
dos elementos que ayudan a
explicar los cambios: el primero
es el cambio alimentario producido
por el consumo de carne; lo que
implica más y mejores proteínas
necesarias para alimentar un
cerebro mayor; y segundo, la
complejidad social que implica y
necesita de una mayor complejidad
mental.
Todo
lo anterior se concentra en un ser
con mayor capacidad para entender
y adaptarse a su entorno, lo que
va a hacer posible la salida de
África, no porque fueran
conscientes de que abandonaban un
territorio concreto, obviamente,
sino porque estaban lo
suficientemente preparados para
poder adaptarse a los diferentes
hábitats con los que se iban
encontrando, lo que exige una
comprensión del medio. |
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Homo Erectus |
Homo
Erectus abarcó hasta hace poco
tiempo, tanto a los fósiles
asiáticos que le dieron nombre,
como a los africanos que ahora se
agrupan bajo la denominación de
Homo Ergaster, si bien hay que
decir que no todos los expertos
aceptan esta división, y mucho
menos que Erectus sea descendiente
de Ergaster (esto último lo niegan
con entusiasmo los investigadores
chinos). Sin embargo, la mayor
parte de la comunidad científica
acepta que Ergaster salió de
África y su evolución asiática
desembocó en esta especie.
Los
famosos hombres de China y Java
son los
holotipos de esta especie
que podría tener una antigüedad de
1,6 millones de años. Todos ellos
son muy parecidos al Homo Ergaster
africano del que parecen provenir,
pero tienen algunos rasgos
distintos. Por ejemplo el cráneo
es más robusto con huesos más
anchos, tiene un toro supraorbital
recto y muy prominente así como un
toro occipital muy desarrollado.
La capacidad craneal varía entre
los 910 y los 1200 centímetros
cúbicos (hay que anotar la escasez
de buenos restos que hacen dudar
de muchas de estas medidas).
El
paso de Ergaster a Erectus lo
tenemos en un fósil hallado por
Louis Leakey en Olduvai (OH9)
datado en 1,4 millones de años. No
se ha asignado a ninguna de las
dos especies. |
Homo
Erectus vivió en Asia hasta hace
menos de 100.000 años y puede,
aunque no es probable, que llegara
a encontrarse con el Homo Sapiens.
En cualquier caso, Erectus vivió
más de un millón de años en Asia
de forma independiente, y a pesar
de eso, apenas varió su estructura
física.
Los fósiles hallados en China y
Java aparecen asociados pocas
veces, debido a la fragmentaria y
poco completa colección de restos,
a la industria Achelense, que
prácticamente no sufrió
variaciones en un millón de años. |
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Homo Antecessor |
Homo
Antecessor vivió hace más de
800.000 años, y según sus
descubridores, no sólo es el
europeo más antiguo, sino que es
un eslabón clave de la evolución
humana: es el ancestro común a
partir del cual evolucionaron el
hombre actual y el hombre de
neandertal.
El
Homo Antecessor era alto y fuerte,
con incipientes arcos en las cejas
(rasgo que ya se daba en
H.Ergaster) y pómulos (rasgo
compartido con nosotros).
Su capacidad craneal rondaría los
1000 cc y carecía de mentón.
Además se ha encontrado una
característica física que sólo
comparte con nosotros: la fosa
canina en la parte externa del
maxilar.
El
yacimiento de Atapuerca,
concretamente la Gran Dolina, no
sólo ha dado, en sus escasos 6
metros cuadrados excavados por
ahora, 86 restos fósiles, también
han salido a la luz sus
instrumentos y éstos son muy
similares a los africanos del
Olduvaillense. Esto enlaza con la
teoría lanzada por los directores
del yacimiento según la cual los
homínidos menos desarrollados
fueron los que emigraron a Europa. |
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Homo
Heidelbergensis |
Hasta el descubrimiento de Homo
Antecessor en Atapuerca, Burgos,
Homo Heidelbergensis era
considerado como el europeo más
antiguo, rondando el medio millón
de años.
Estos restos se reparten en varios
yacimientos europeos como Mauer en
Alemania, Boxgrove en Inglaterra o
Ceprano en Italia. Lamentablemente
las evidencias fósiles son, o
mejor, eran escasas: un par de
mandíbulas, una cara, un coxal y
poco más.
Sin embargo, la Sima de los
Huesos, en el ya famosísimo
yacimiento de la Sierra de
Atapuerca, en Burgos, se ha
desvelado como el mayor yacimiento
de fósiles humanos. El sitio en sí
es una sima casi vertical donde
sólo han aparecido restos humanos
y de carnívoros, no hay
instrumentos líticos.
Hay al menos restos de 32 seres
humanos. Su estancia en ese lugar
sólo se puede deber a dos razones:
una es un cataclismo que les
hundió en el sitio y la otra es
que fueran arrojados a él de forma
consciente.
Y esto es precisamente lo que
defienden sus descubridores: se
trataría del primer enterramiento
conocido de la humanidad.
Físicamente nos hallamos ante
individuos de una gran
corpulencia; hay un ejemplar que
mediría 1,77 metros y pesaría (por
el tamaño de sus huesos) más de
100 kilogramos |
Uniendo los restos fósiles de la
Sima de los Huesos con los
hallazgos materiales de los demás
yacimientos europeos podemos
afirmar que Heidelbergensis era un
gran cazador, pero no solo eso:
cruzaron la frontera de la
complejidad, adquiriendo rasgos
que nos hacen humanos en el
sentido cultural: el dominio del
fuego, el enterramiento, etc.
Aunque hay muchos investigadores
que lo niegan, hay muchas aunque
dispersas evidencias que avalan
estas afirmaciones (lanzas, huesos
con marcas "demasiado regulares",
la Sima, etc).
Para
finalizar, parece clara, tanto por
los rasgos anatómicos como por los
restos materiales, que Homo
Heidelbergensis es el antepasado
directo de Homo Neanderthalensis |
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Hombre de
Neandertal |
El
hombre de Neandertal
(Homo neanderthalensis)
corresponde a una especie de
humanos europeos que se
desarrolló aisladamente del resto
del mundo y vivieron desde hace
200.000 años hasta su
desaparición, hace unos
30.000-35.000 años. Esta especie
recibe el nombre del valle del río
alemán Neander, donde se
encontraron en 1856 sus primeros
restos.
Los
neandertales son una especie
diferente de la humanidad actual (Homo
sapiens). Por tanto, los
neandertales son el resultado de
un largo proceso de evolución
paralelo e independiente del
nuestro a partir de un antepasado
común (probablemente el Homo
antecessor). Los primitivos
Homo sapiens (nuestros
directos antepasados) llegaron a
coexistir en el tiempo con los
neandertales.
Tenían una cabeza grande con unas
narices y cejas salientes, aunque
el mentón estaba retraído. Su
esqueleto era robusto, de tronco
largo y piernas cortas. No eran
muy altos (1,70 m), pero eran muy
musculosos. Los cráneos eran
alargados de delante hacia atrás,
por lo que tenían una frente
huidiza hacia atrás. Sus cerebros
(1.500 cm3) eran del mismo tamaño
o mayores que el cerebro del
hombre actual, lo que se relaciona
más con el gran tamaño del cuerpo
y su gran musculatura que a una
inteligencia más elevada. |
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Homo Sapiens
Sapiens |
Comparada con otras especies de
homínidos, nuestra especie ha
estilizado el cuerpo; tenemos los
brazos y las piernas más largos,
una mayor estatura y un menor peso
en proporción a ella.
En el cráneo tenemos adaptaciones
propias y únicas: cerebros muy
grandes, con 1.400 centímetros
cúbicos de media, cráneo
redondeado con una frente alta,
carencia de toro supraorbital,
barbilla o mentón y una mandíbula
más bien pequeña.
Sin embargo, hoy en día se da una
gran variabilidad en el aspecto de
nuestra especie, son adaptaciones
o variaciones regionales, desde
las más obvias como el color de la
piel o la forma del cráneo hasta
otras de índole genética menos
visibles. Un ejemplo de la gran
variedad dentro de nuestra especie
lo tenemos con las estaturas; hay
humanos de 1,35 metros y otros de
casi 2 metros de altura.
Pero esta gran variedad no debe
confundirnos, somos una única
especie.
Además de las diferencias
morfológicas, al principio el Homo
Sapiens no se diferenciaba en su
comportamiento del Neandertal,
pero, quizá debido a un cambio o
una mutación genética,
neurológica, el sapiens desarrolló
una capacidad para la cultura que
le dió una clara ventaja de
adaptación sobre el Neandertal.
Este cambio se vió reflejado en
unas formas de organización social
más flexibles, con nuevos tipos de
asentamientos, vida ceremonial y
ritual, símbolos y finalmente
arte. Todo esto mientras el hombre
de Neandertal vivía en los mismo
territorios.
Varios hallazgos sudáfricanos como
el de la cueva de la desembocadura
del río Klasies, nos dan una
valiosa información sobre el
orígen de nuestra especie.
Aquí se han encontrado restos
humanos de unos 110.000 años de
antigüedad con un aspecto bastante
moderno. Estos hallazgos indican
que el ser humano moderno
evolucionó en África durante un
periodo muy largo de tiempo, desde
hace al menos 200.000 años.
Estos seres humanos, de los que no
sabemos a ciencia cierta de dónde
provienen, no salieron de África
hasta mucho después, hace unos
100.000 años, y fueron
"sustituyendo" a otros tipos
humanos menos competentes en
Europa y Asia, y probablemente
también en la propia África.
Esto nos lleva a la hipótesis del
arca de Noe, descartando la
llamada hipótesis del candelabro.
Si hay una
sola cosa que distinga a los seres
humanos del resto de formas de
vida, actuales y extintas, es la
capacidad para el pensamiento
simbólico: la de generar símbolos
mentales complejos y alterarlos
para formar nuevas combinaciones.
En ello estriba el fundamento de
la imaginación y la creatividad:
de la capacidad singular de los
seres humanos para crear un mundo
en la mente y recrearlo en el
mundo real.
Casi
la totalidad de los singulares
atributos cognitivos que
caracterizan a los humanos
modernos está vinculada al
lenguaje. El lenguaje permite y
requiere una capacidad para
producir símbolos en la mente.
El pleno goce de la capacidad
humana requiere con casi total
certeza la posesión del lenguaje,
así, podemos considerar las
pruebas de comportamiento
simbólico como pruebas de la
existencia del lenguaje. |
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Para saber más: |
Neandertales
Una ciberperspectiva de el Homo
Neandertal.
http://platea.pntic.mec.es/~macruz/neander/portada.html |
Origen y evolución del hombre.
Web de la
Universidad de Chile dedicada a la
Evolución del Hombre.
http://www.dic.uchile.cl/~cssoc/ |
Claves de la
Evolución Humana.
Web de Juan Luis
Arsuaga, investigador en Atapuerca,
con material didáctico sobre la
evolución del hombre.
http://www.cnice.mecd.es/mem/claves_evolucion/claves.htm |
Arbol hominidos
Ardipithecus Ramidus: Con los
pocos fragmentos encontrados no se
puede decir a ciencia cierta si
esta especie fue bípeda, aunque
están puestas muchas esperanzas en
que sea así. En ...
http://www.mundofree.com/origenes/evolucion/arbolhominidos.html |
Contexto - Primeros homínidos
A partir de los años sesenta, los
descubrimientos han sido
constantes, suscitando además
problemas en la determinación del
árbol evolutivo. A finales de los
años setenta se produce ...
http://www.artehistoria.com/historia/contextos/54.htm
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